Como cliente de diseño, a la hora de encargar la imagen de tu empresa quizás surjan dudas y miedos. Lo primero seguramente será a quien encargar el proyecto.
Un simple detalle, algo que para muchos resultaría insignificante, puede marcar la diferencia entre que tus potenciales clientes recuerden o no tu negocio. Las 2 primeras normas a seguir por lo tanto por tu parte, cliente, deberían ser: en primer lugar no dejar en manos de cualquiera la imagen de marca de tu empresa, aunque esta vaya a estar únicamente constituida por un logo. La segunda es, no creerte diseñador, intentando dirigir al profesional, añadiendo y quitando cosas a tu libre albedrío.
La primera de ellas, hay que admitir que no es fácil para alguien que desconoce totalmente el campo de la comunicación y la imagen de marca, o nunca ha tenido el más mínimo contacto con empresas o departamentos de este ámbito. Pero si es bueno plantearse desde un principio la búsqueda de profesional y no de cualquiera que se tenga cerca y que por manejar programas informáticos de diseño pensamos que ya soluciona la tarea. Si se acaba de montar un negocio es seguro que hemos encargado cantidad de cuestiones a profesionales, ya sea para las obras del local, mobiliario, asesoramiento jurídico o empresarial y un largo etcétera. Habrá tenido unos costes, que automáticamente son percibidos como una inversión absolutamente necesaria. La identidad marcaria no es menos; será una inversión. Muy buena inversión.
Si fuera neófito en esta materia, quizás andaría perdido, no sabría a quien acudir, de la misma manera que muchas veces cuando se necesita solucionar un problema de salud o alguna cuestión jurídica, uno está perdido si alguien no te da referencias. Pero sabiendo lo que sé hoy, si ya no trabajara en lo que trabajo y sin embargo necesitase encargar la imagen de mi empresa a un profesional haría lo siguiente:
1 - Lo primero buscar referencias de alguna manera, principalmente por conocidos que estén habituados a trabajar con profesionales de la comunicación. Pero sin ser ciegos con esto, ya que lo que es bueno para otros puede no serlo para nosotros.
2 - Los segundo chequear las empresas de la zona, no necesariamente de la misma localidad. No está de más enterarse en que zonas se hace buen diseño o hay una actividad sectorial de calidad. En este sentido España es todo un mundo. Si nos vamos a Galicia, no tiene absolutamente nada que ver Coruña con Vigo por ejemplo. Coruña nos lleva mucha ventaja en calidad; está a una distancia abismal a pesar de ser 2 ciudades gallegas similares en cuanto a población. Pero por diversos motivos la calidad siempre se la han llevado ellos. Estoy tirando piedras contra mi tejado pero voy a ser crudamente sincero (como lo soy en la mayoría de mis post).
3 - Fíjate en el portafolio de trabajos de aquellas empresas o profesionales que estás barajando. Normalmente aquellos que valen la pena van recopilando una selección de trabajos que dicen mucho de ellos. No sólo te fijes en la estética, que a veces es algo muy subjetivo; el portafolio te puede dar mucha información como por ejemplo como se adapta el trabajo a diferentes sectores y categorías de productos, o como se adapta a diferentes contextos, o como se cuida el detalle de cada cosa. El portafolio refleja claramente si hay originalidad y diferenciación o por el contrario se tiende a hacer lo que todo el mundo hace.
4 - No te fijes tanto en el portafolio. Aunque parezca que se anula el apartado anterior, no es así. Me refiero aquí a que debes tener en cuenta que en un portafolio hay una muy pequeña muestra de trabajos, cuidadosamente seleccionados según diversos criterios. Algunos quedan majestuosos en un portafolio y venden bien, pero a lo mejor en la vida real pierden peso. Al contrario, hay trabajos que no se muestran que su contexto real funcionan muy bien y sin embargo en un portafolio no lucen bien.
Pero sobre todo, lo que has de tener en cuenta es que el proyecto que tú encargues debe ser el tuyo, el de tu marca y ha de ser tratado como único, sin que tenga que parecerse al resto.
5 - Siguiendo con la búsqueda de profesional, fíjate en la experiencia. Huye de gente recién salida de los estudios o muy joven. Como en todo puede haber excepciones, pero el bagaje es el bagaje en cualquier ámbito de la vida. A veces hay estudios nuevos que están compuestos por profesionales con muchos años de experiencia que ha pasado por muchos estudios o agencias y han trabajado con todo tipo de empresas y marcas; desde grandes a pequeñas y de diversidad de sectores.
6 - Busca referencias. Seguramente a la hora de vestir, tienes referencias, seas consciente o no. Eso es porque desde pequeñitos de una manera u otra, nos vamos educando en ello. Primero nuestros padres nos visten; luego empezamos a fijarnos en otros y empezamos a definir nuestros gustos; imitamos, construimos nuestros referentes. Seguramente a la hora de escoger un coche también los tenemos, o a la hora de irnos de viaje. También a la hora de encontrar pareja. Los referentes no tienen por qué predeterminar nuestras elecciones, pero son buenos puntos de referencia. Cuando se trata de la identidad visual de una empresa no está de más tener esos puntos de referencia que de alguna manera nos guíen y nos ayuden a determinar si determinado estudio de diseño o agencia de publicidad nos encajan.
Por lo tanto será bueno ver portafolios, normalmente las empresas que se precian tienen un buen portafolio en la web con una selección de sus mejores trabajos. Claro que para alguien que desconoce esta materia puede ser difícil discernir la buena calidad de la mala. Entonces aquí va un consejo de oro… Chequea las empresas de primera división; generalmente en España se encuentran en Madrid y Barcelona principalmente. Vete a revistas y blogs de diseño, asociaciones, organizadores de premios; abajo doy unos enlaces. Muchos de estos estudios o agencias cobran grandes cantidades de dinero, tiene su razón de ser. No es cuestión de que te arruines sino de que tomes sus portafolios como un referente, un faro en tu tempestad de dudas.
7 - Fíjate que incluyen en el precio a la hora de darte un presupuesto. Para empezar, un buen profesional no se debería dedicar únicamente a resolver gráficamente la identidad de tu empresa; un buen profesional ha de asesorarte. Debes tener la sensación de que formas un equipo con él. Fíjate si no escatima en gastos de reuniones, si van incluidas revisiones. Si en el presupuesto se incluyen los gastos de producción iniciales. Si se te van a entregar todos los archivos necesarios para posteriores producciones (artes finales). Si el precio incluye un manual básico de identidad.
Hasta aquí una serie de consejos para buscar profesional. Ahora toca hablar de la segunda norma…
Uno de los mayores errores es querer diseñar cuando ni se tienen la formación y conocimientos necesarios, ni tan siquiera la más mínima experiencia. Quizás pueda ser por algún tipo de vocación frustrada, o por puro desconocimiento de lo que realmente es la comunicación de marca, pero el caso es que querer dirigir al profesional en lo único que desemboca es muchas veces en resultados chapuza y mediocres, y que muchas veces se nota.
Por lo tanto uno debe confiar, al igual que confía en su médico para resolver algún problema de salud o al igual que confía en un arquitecto para construirse la casa de sus sueños.
Muchos son lo que entre carrera universitaria, master y cursos de especialización suman más de 7 u 8 años de formación, a lo que hay que añadir la cantidad de horas de dedicación autodidacta que la propia naturaleza del sector exige. Diseñar una marca no es una ciencia exacta, pero conlleva multitud de áreas de conocimiento que se deben dominar.
Por lo tanto como colofón: una vez seleccionado ese equipo al que le encargarás tu proyecto, confía en ellos.